Perdió tres aires acondicionados, un microondas, un horno eléctrico, dos televisores y dos ventiladores. A su apartamento, ubicado en la Circunvalación 1 de Maracaibo, no entra ni la brisa caliente de la ciudad. Trasladó sus actividades como costurera ocasional al cuarto de su hijo, donde aún funciona el único aire que queda “vivo”.
Al menos la señora Mayela* tiene luz para trabajar. Hace dos meses no podía afirmar lo mismo. Mientras está frente a la máquina de coser, puede notar los bajones de luz. Se asusta. Hace un recuento mental de los equipos electrónicos de la casa, que deberían estar desenchufados.
Los cortes eléctricos no daban tregua a parte importante del estado Zulia desde inicios de este año. Las festividades de la Virgen de la Chiquinquirá, patrona de la región, hicieron que las autoridades estadales atendieran a las fallas en el servicio público. Sin embargo, los bajones eléctricos continúan.
No se sabe cuántos apagones hubo en el año, por cuánto tiempo, en qué sectores, ni qué tan generalizadas son las fallas eléctricas en el país. De hecho, no se sabe cuál es el estado actual del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Lo que sí se sabe son las causas de los apagones.
El encargado de la cartera de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, ha atribuido los cortes eléctricos a varios factores: eventos inducidos, un roedor, actos terroristas. Sólo en el estado Zulia se han presentado 15 actos de “sabotaje” entre el 11 de agosto del 2017 y el 8 de septiembre de este año, según publicó la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) en su cuenta de Twitter.
Expertos en el área eléctrica culpan de las fallas a los funcionarios que actualmente operan el SEN, que también son responsables de no publicar los datos que dan cuenta del estado actual del sistema en el país.
Aún no se restablece la web de la Opsis
El ingeniero José Aguilar lleva cuenta de lo que sus colegas han denominado “apagón informativo”. La Cámara de la Industria Eléctrica Venezolana (Caveinel) dejó de publicar los informes estadísticos del SEN en 2007, función que fue absorbida por Corpoelec. Desde entonces no se volvió a ver la información.
Las instituciones publicaban informes diarios, mensuales y anuales. La Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis), el Comité Nacional de Despacho de Carga (Cndc) y el Centro Nacional de Gestión del Sistema Eléctrico (CNG) dejaron de difundir sus documentos en 2008.
La Opsis es el ente encargado de dirigir y coordinar la planificación y operación del sistema de generación y transmisión del sistema interconectado nacional.
El ingeniero eléctrico y exgerente de la Opsis, Miguel Lara, detalló que la empresa empezó a publicar cifras desde 1969. Parte de la data llegaba en tiempo real a sus oficinas, mientras que la información relativa al uso del equipamiento de generación, transmisión y demanda la enviaba cada una de las empresas regionales. Esa información se colocaba en la web.
El “apagón informativo” se consolidó en noviembre de 2010, cuando el entonces ministro de Electricidad, Alí Rodríguez Araque, dijo que la web de la Opsis se suspendería temporalmente para modificar la plataforma.
Durante una entrevista concedida al portal de noticias Analítica, argumentó que la página fue cerrada “porque daba datos imprecisos” y aseguró que la iban a “restablecer pero no puedo decir fecha”. Al día de hoy, la web de Corpoelec incluye mucho contenido propagandístico, pero no los indicadores de gestión.
Los informes de la Opsis daban un panorama general del sistema eléctrico. Interesados, organismos nacionales y potenciales inversionistas tenían la posibilidad de conocer a través de estos datos qué tan eficiente había sido determinada gestión.
Para Aguilar, la ausencia de estos datos dejan en estado de completa indefensión a los ciudadanos que quieran informarse sobre las condiciones del servicio en su comunidad.
“Lo que yo llamo régimen, ha tenido la osadía de endosar la culpa de la crisis eléctrica a la sociedad venezolana. Eso es una grave acusación y en torno a ella se han tomado erróneas decisiones, que lo único que han derivado es en un agravamiento de la crisis eléctrica”.
Sistema eléctrico a nivel de colapso
“Se sustituyó la planificación por la improvisación y el conocimiento por la ideología”, opina el ingeniero electricista y ex vicepresidente de la Electricidad de Caracas (Edec), Iñaki Rousse.
Trabajadores, accionistas y los entes reguladores podían acceder a los boletines de la empresa vía internet. La publicación de datos era obligatoria por tratarse de ser una compañía que cotizaba en las bolsas de valores de Caracas y Nueva York. Previamente, los interesados podían consultar las bibliotecas de la Electricidad de Caracas.
Luego de la estatización de la empresa en 2007, continuó Rousse, la Edec entró en un proceso de desprofesionalización de los funcionarios. El último reporte estadístico es del 2008.
Explicó que había varios niveles de indicadores que cubrían distintos aspectos estratégicos. Comenzando desde la base, los primeros estaban ligados al talento humano, luego los técnicos, cumplimiento de obras de mantenimiento, administrativos, entre otros.
Para el presidente de la empresa, los indicadores más importantes estaban relacionados con la calidad del servicio, pérdidas (qué porcentaje de la energía generada no se cobraba), grado de satisfacción de los trabajadores y la rentabilidad de la empresa.
A juicio de Rousse, los indicadores deben ser un ente dinamizador de las acciones que hay que tomar para revertir una tendencia negativa o superar los números logrados.
Los ingenieros Aguilar y Lara coinciden en que a la fecha estos datos se siguen recolectando, pero ahora son secreto de estado o se consideran estratégicos. La restricción en el acceso a los datos tiene como objetivo que la opinión pública no conozca el estado actual del servicio eléctrico.
Según Lara, el SEN está en su peor condición operativa histórica. La indisponibilidad de generación eléctrica es cada día mayor, los sistemas de transmisión están en estado de abandono y la distribución está a nivel de colapso.
Trabajadores del sector eléctrico e instituciones hacen seguimiento al estado del sistema, aunque nunca con la rigurosidad de los informes de la Opsis. Los miembros del Grupo Ricargo Zuloaga, integrado por expertos del área, suelen dar declaraciones a la prensa y enviar comunicados.
El Observatorio de Gasto Público del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice Libertad) también publicaba un Monitoreo de Servicios. El último informe data de mayo de este 2018.
*El nombre se cambió para proteger la identidad de la persona
Foto: Iván E. Reyes