Menos maestros. En 2016 el profesor Pedro Rodríguez* abandonó una carrera de 15 años como educador en Venezuela. Tras egresar del Pedagógico de Caracas, como profesor de Informática, dio clase en escuelas, liceos e incluso universidades públicas. También obtuvo una maestría en Ciencias de la Educación y una especialización en Redes, con certificado internacional Cisco.
Como otros miles de venezolanos, Rodríguez decidió migrar afectado por la crisis socioeconómica. El salario no le alcanzaba para sostener a familia. Como Docente III del Ministerio de Educación ganaba poco más de 23 mil bolívares fuertes y para diciembre de 2016 debía invertir 25% del salario para comprar un cartón de huevos.
Pero, además, el profesor salió de Venezuela tras ser perseguido por criticar al sistema educativo del que formaba parte.
Relata que fue víctima de acoso laboral por estar en desacuerdo con cambios en el currículo de educación media. También cuestionó la ideologización en los salones. Por eso, le negaron la entrada al plantel donde era profesor y le impusieron un traslado a otro liceo.
“Me formé para hacer ciudadanos integrales. Cuando entendí que el proyecto de la Nación era crear seguidores políticos, supe que mi tiempo como docente en Venezuela había terminado”, dice. Hoy, conoce al menos a 30 educadores que como él se fueron al extranjero en los últimos tres años, en busca de mejores oportunidades.
¿Cuántos maestros hay y cuántos hacen falta?
Ya en 2012 asociaciones del magisterio y la sociedad civil alertaban sobre la falta de profesores en país. Ese año, el Centro de Investigaciones Culturales y Educativas señalaba que el déficit de docentes en las áreas de ciencias era de 40%.
Un año después, el Gobierno admitió la escasez de educadores para dictar materias como Física, Química y Matemáticas y anunció la creación de la Micromisión Simón Rodríguez para ofrecer posgrados a maestros integrales y otros profesionales en esas y otras especializaciones.
El programa inició formalmente en 2014 con 38 mil inscritos, según aseguró el Ejecutivo. En esa oportunidad el entonces ministro de Educación, Héctor Rodríguez, admitió que en el país hacían falta “entre 1.100 y 1.500 maestros”.
Para julio 2017 voceros oficiales anunciaron que, en su primera fase, la micromisión había graduado mil 422 docentes. Con esa cifra, si no se hubieran registrado renuncias, el Gobierno habría cubierto el déficit que reconocieron.
La última memoria que hizo pública el Ministerio de Educación, correspondiente al año escolar 2014-2015, informaba que existían 553 mil 948 docentes en el sistema educativo nacional.
De ellos, 82,18% (455 mil 226) ejercían la profesión en el sector oficial y 17,82% (98 mil 772) en el privado. El informe permitía desagregar mucho más la cifra. Conocer, por ejemplo, cuántos docentes daban clase por estado, quiénes tenían título docente, y cuántos profesores había en cada nivel y modalidad educativa en el país.
Luego de ese año, las estadísticas educativas se convirtieron en un misterio. A la par, se agudizaron las denuncias sobre la escasez de profesores y creció la preocupación por la baja demanda para estudiar la carrera. Solo en 2017 el Instituto Pedagógico de Caracas, que pertenece a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, perdió alrededor de 2 mil 500 futuros maestros.
Las proyecciones
La investigadora del Observatorio Venezolano de Educación, Olga Ramos, recalcó que el ministerio tiene registro de todo el personal docente del país, por lo que las interrogantes sobre el cuántos se fueron y cuántos quedan pueden ser respondidas.
Subrayó que no solo la memoria y cuenta permitía consultar estos datos. A través del Sistema de Información del Sistema Educativo (Sise) -creado en 1997- se podía tener acceso a las estadísticas, pero la página web para acceder está “en mantenimiento” desde 2010. Con una búsqueda rápida el usuario podía, entre otras cosas, averiguar cuántos maestros había por escuela.
La educadora opinó que, a la fecha, no existe ningún estudio de alcance nacional que revele el déficit docente lo que dificulta la implementación de políticas públicas eficientes. Sin embargo, algunas organizaciones han realizado sondeos parciales para visibilizar el problema.
El Colegio de Profesores de Venezuela aseguró en junio de 2018, que hasta esa fecha, 172 mil educadores adscritos al ministerio habían renunciado por los bajos sueldos; algunos migraron y otros cambiaron de ramo para adquirir mayores ingresos económicos.
Más recientemente, un informe de la Asamblea Nacional (AN) advierte que 40% de los educadores en Venezuela emigraron, según datos de Fetramagisterio, aunque no precisan en qué período de tiempo. El documento también indica que el ingreso de estudiantes a las universidades y pedagógicos para estudiar educación alcanza solo el 20% de la oferta.
Por otro lado, refiere que la Federación Venezolana de Maestros calcula que en el país hacen falta 150 mil educadores.
Para el exministro Elías Jaua, quien salió del cargo en septiembre, no hay ningún déficit. En junio de 2018 declaró que “de 500 mil maestros solo han renunciado 2 mil”, que consideró “dentro del promedio”. Agregó, además, que en 2017 fueron incluidos al sistema unos 12 mil profesores egresados de la Micromisión Simón Rodríguez.
*Nombre ficticio para proteger la identidad de la fuente
Foto: Mariana Souquett – @nanasouquett